Millones de personas a lo largo de la historia han sido afectadas por la violación. Le puede ocurrir a cualquier persona, incluso a la hija de un poderoso rey.
La violación de una princesa
La historia de la violación de Tamar es dura de leer, especialmente cuando somos confrontados con la descripción del acto y las crudas emociones expuestas. Aun cuando esta historia está en la Biblia, no muestra solo la corrupción en el hogar de David, también muestra a quienes han sido asaltados sexualmente, que no se sientan solos, avergonzados, rechazados ni abandonados.
Tamar era la hija del rey David. Su medio hermano Amnón estaba apasionadamente enamorado de ella y constantemente pensaba en maneras para conseguir que ella lo amara. Entonces su amigo Jonadab llegó con un plan:
«Métete a la cama, y finge que estas enfermo. Y cuando tu padre venga a visitarte, dile: “¡Por favor, que venga mi hermana Tamar! Que me prepare algo y me dé de comer. Si ella lo prepara, yo comeré.”»
Amnón fue y se acostó, fingiendo estar enfermo. Y cuando el rey llegó a visitarlo, Amnón le dijo:
«¡Por favor, que venga mi hermana Tamar! Que me prepare un par de hojuelas, para que yo coma de su mano.» (2 Samuel 13:5-6)
En una sociedad dominada por el hombre donde la mujer tiene pocos derechos, David ordena a su hija de hacer su voluntad, sin tener en cuenta la costumbre de la época donde se prevenía que una joven se reuniera con un hombre a solas. «Ve por favor a la casa de tu hermano Amnón, y hazle algo de comer.» (2 Samuel 13:7b)
El horror de la violación
Tamar fue a la casa de su hermano Amnón, que estaba acostado. Al llegar, tomó harina y la amasó, e hizo ante él unas hojuelas y las coció. Luego sacó de la sartén las hojuelas y se las sirvió, pero él no quiso comer, sino que ordenó que todos sus sirvientes salieran. En cuanto estuvieron solos, Amnón le dijo a Tamar:«Trae las hojuelas a mi alcoba, y sírveme de comer.»
Tamar llevó a su hermano las hojuelas que le había preparado, y en cuanto ella las puso delante de Amnón, él la agarró y le dijo: «Ven, hermanita; ¡acuéstate conmigo!» (2 Samuel 13:8-11)
Tamar le pide que no la avergüence: «No, hermano mío, ¡no te aproveches de mí! ¡Eso no se hace en Israel! ¡No cometas tal vileza! Si me deshonras, ¿adónde podría yo ir a esconderme? Además, tú serías señalado en Israel como un hombre perverso. Yo te ruego que hables con el rey. Él no se opondrá a que yo sea tu esposa.»
Pero Amnón no quiso escucharla sino que, siendo más fuerte que ella, la obligó a acostarse con él y la violó. (2 Samuel 13:12-14)
Después de conseguir lo que quería con ella, Amnón da la espalda a Tamar con disgusto: Después de violarla, el odio que sintió por ella fue mayor que el amor que le había tenido, así que le ordenó: «¡Levántate, y lárgate!»
Ella le dijo: «¡No me hagas eso! ¡Si me echas de tu casa, me harás un daño mayor que el de haberme violado!»
Pero Amnón no le hizo caso, sino que llamó a su criado y le ordenó: «¡Echa a esta mujer fuera de mi casa! Y en cuanto la eches, ¡cierra la puerta!» (2 Samuel 13:15-17)
La vida de Tamar está destruida.
Tamar, como una joven virgen que fue violada, vivió una experiencia con gran dolor físico. Sin embargo, su vergüenza fue más grande que el dolor de la violación.
Se rasgó el vestido de colores, se echó ceniza sobre la cabeza, y con la cabeza entre sus manos se fue gritando. (2 Samuel 13:19)
La cultura del silencio
A Tamar le fue negada la justicia. A la seriedad de una violación se le bajó el perfil. Se le dijo que debía mantener silencio y olvidar lo que pasó. No solo su reputación estaba por el suelo, pero su futuro estaba destruido.
«¿Así que tu hermano Amnón se acostó contigo? Pues no digas nada de esto, hermana mía, sino tranquilízate, porque es tu hermano.» (2 Samuel 13:20a)
El abuso sexual separa a las familias
Cuando el rey David escucho lo que había pasado, se puso furioso. Y Absalón odió a Amnón por esto….Ha muerto Amnón, pues así lo había decidido Absalón desde el día en que Amnón violó a su hermana Tamar. (2 Samuel 13:32c)
Tamar, muy desconsolada, se quedó en casa de su hermano Absalón. (2 Samuel 13:20b)
Ella no es mencionada nuevamente en la Biblia.
Sanando la herida
La oración permite que el poder de Dios entre en la situación para sanar el corazón herido y el sufrimiento de las víctimas y deshacer el toque malvado que dejó en el momento del abuso.
- »Yo me quejaba como una grulla; gemía como una golondrina; levantaba los ojos al cielo, como una paloma: “Señor, soy víctima de la violencia; ¡dame fuerzas!”
- »Señor, todo esto nos hace vivir, y en todo esto halla vida mi espíritu: ¡tú me restablecerás y me prolongarás la vida! Isaías 38:14,16
- a alegrar a los afligidos de Sión; a ponerles una diadema en lugar de ceniza, perfume de gozo en lugar de tristeza, un manto de alegría en lugar de un espíritu angustiado. Isaías 61:3a
Oración por las víctimas de violación
Señor, tengo un corazón herido y quebrantado. Sáname de esta herida. Restáurame completamente….
Aplicando un estudio narrativo
Estudiar este pasaje en profundidad requiere más tiempo. Puedes volver a leerlo otro día, quizás con otra traducción. El relato de una historia tiene una riqueza pues nuestra vida también está llena de relatos. Es parte de nuestra forma de comunicarnos.
Puede incluir leer otras historias del rey David. Leer más pasajes que den consuelo para tener una perspectiva más amplia (ej. Salmos 147:3, Juan 14:27-28) Conocer que dice la Biblia acerca de la sexualidad (ejemplo 1 Corintios 7:1-9 Mateo 5:28)
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Traducido y adaptado por Sociedad Bíblica Chilena, basado en la porción de Bible Society of South Africa. Versículos Reina Valera Contemporánea.